Esta fábula nos ofrece una reflexión sobre los peligros de la avaricia y la importancia de valorar lo que ya poseemos. “La mujer y la gallina” nos enseñan una lección valiosa sobre las decisiones impulsivas y la falta de contentamiento.
En un pequeño pueblo, una viuda vivía sola en su humilde hogar. Su única compañía era una gallina que, fielmente, le regalaba un huevo cada día. Este huevo se había convertido en una fuente esencial de sustento para la mujer, ya que podía cocinarlo para alimentarse o venderlo para ganar algunas monedas.
Un día, mientras contemplaba el huevo que su gallina acababa de poner, la mujer tuvo un pensamiento: si la gallina podía poner un huevo con la cantidad de cebada que le estaba dando, ¿qué pasaría si le diera el doble de alimento? Quizás, con más cebada, la gallina pondría dos huevos al día y, así, tendría aún más para comer o vender.
Con esperanzas de prosperidad, la viuda comenzó a alimentar a la gallina con grandes cantidades de cebada. Pero, en lugar de producir más huevos, la gallina comenzó a engordar rápidamente. Pasaron los días, y la viuda se dio cuenta de que su gallina ya no ponía huevos diarios. De hecho, a veces pasaban varios días sin que apareciera un solo huevo.
La mujer, al darse cuenta de su error, lamentó su decisión. Había intentado obtener más de lo que ya tenía, y en el proceso, había perdido su fuente constante de sustento.
Moraleja “La mujer y la gallina”:
Valorar lo que tenemos:
Antes de buscar más, es esencial apreciar y cuidar lo que ya tenemos. A menudo, al intentar ganar más, corremos el riesgo de perder lo que es verdaderamente valioso.
Las decisiones impulsivas pueden tener consecuencias:
Actuar sin reflexionar y dejarse llevar por la codicia puede resultar en pérdidas irreparables. Es crucial ponderar nuestras acciones y sus posibles efectos.
La gratitud como antídoto contra la avaricia:
Ser agradecidos por lo que poseemos y reconocer su valor real puede protegernos contra decisiones impulsadas por la codicia.
Preguntas:
- ¿Por qué crees que la mujer decidió alimentar más a la gallina?
- ¿Qué enseñanza podemos extraer de la reacción de la gallina al ser sobrealimentada?
- ¿Has tenido alguna experiencia en la que, al intentar obtener más, terminaste perdiendo?
- ¿Cómo podemos fomentar la gratitud en nuestra vida diaria?
- ¿Por qué es importante ser cautelosos y no dejarnos llevar por la codicia?
“A veces, en nuestro deseo de obtener más, tomamos decisiones precipitadas y acabamos perdiendo lo que ya poseemos. La moderación y la apreciación de lo que tenemos son virtudes esenciales que nos evitan caer en la trampa de la codicia.”
Conclusión:
“La mujer y la gallina” nos muestra las consecuencias de actuar impulsivamente y dejarse llevar por la codicia. Nos recuerda que, a menudo, lo que ya tenemos es suficiente y que deberíamos valorarlo y cuidarlo con gratitud.