El sastre y el lisiado, cuento sobre las apariencias.
En una sociedad que valora mucho las apariencias, es fácil caer en la tentación de aceptar soluciones rápidas y superficiales. Pero, ¿a qué costo? «El Sastre y el Lisiado» es un relato humorístico que pone de relieve la diferencia entre cómo nos vemos y cómo nos ven los demás, y la importancia de la autenticidad.
Un hombre fue a la casa de su sastre y se probó un traje.
Mientras permanece de pie delante del espejo se da cuenta de que la parte inferior del chaleco era un poco desigual…
-Bueno, no se preocupe por eso – le dijo el sastre.
Sujete el extremo más corto con la mano izquierda y nadie se dará cuenta.
Mientras lo hacía, el cliente se dio cuenta de que la solapa de la chaqueta se curvaba en vez de estar plana.
Ah, ¿eso? – Dijo el sastre- eso no es nada.
Doble un poco la cabeza y sujétela con la barbilla.
El cliente lo hizo y entonces vio que la costura interior de los pantalones era un poco corta y noto que la entrepierna le apretaba demasiado.
Ah, no se preocupe por eso-dijo el sastre-. Tire de la costura hacia abajo con la mano derecha y todo caerá perfecto.
El cliente accedió a hacerlo y se compró el traje.
Al día siguiente se puso el traje nuevo, modificándolo con la ayuda de la mano y la barbilla.
Mientras cruzaba el parque sujetándose la solapa con la barbilla, tirando con una mano del chaleco y sujetándose la entrepierna con la otra, dos ancianos que estaban jugando a las damas interrumpieron la partida al verle pasar delante de ellos.
-“Dios mío”- exclamo el primer hombre – “¡fíjate en ese pobre tullido!”
El segundo hombre reflexionó por un instante y después dijo:
-“Si, lástima que este tan lisiado, pero lo que yo quisiera saber es de donde sacó un traje tan bonito”.
Reflexión:
La historia nos invita a reflexionar sobre las concesiones que estamos dispuestos a hacer por mantener una cierta imagen frente a los demás. ¿Es realmente vale la pena sacrificar nuestra comodidad y autenticidad por una apariencia de perfección? El relato nos recuerda que las apariencias pueden ser engañosas y que la búsqueda de la perfección externa puede llevarnos a situaciones ridículas o incómodas.
«El Sastre y el Lisiado» nos ofrece una lección cómica pero impactante sobre los riesgos de priorizar la apariencia sobre la sustancia. En un mundo donde la imagen a menudo se valora más que la autenticidad, la historia sirve como un recordatorio oportuno de lo que realmente importa.
«No es la apariencia, sino la esencia. No es el dinero, sino la educación. No es la ropa, sino la clase.»
Coco Chanel